Ruta mariana con cordero

Escrito por Patxi Ortiz.

La ruta de hoy es la última ruta del año 2006, fin de temporada, ruta de Navidad y ruta del Cordero. Han sido 8 los alucheros que al final han decidido participar en esta cita, que a partir de hoy, y teniendo en cuenta el listón tan alto que ha dejado el maravilloso cordero que nos preparó la Eulalia, seguro que se volverá a repetir aunque solo se atienda al apartado gastrónómico.

La ruta comienza en la Urbanización “El Soto” muy cerca del pueblo de Estremera, todavía dentro de los límites de la Comunidad de Madrid, aunque el resto transcurra por tierras de la baja Alcarria pertenecientes a la provincia de Guadalajara. Después de pasar el puente sobre el río Tajo nada más salir de “El Soto” tomaremos una pista de tierra a mano derecha que nos hará remontar el río en dirección a la presa, primera parada del día. El paisaje típico de esta zona de Guadalajara nos permite disfrutar de una bonita mañana del mes de diciembre. A poco mas de 7 kms tomamos una pista de tierra a mano izquierda, lo que era la antigua carretera y que nos conducirá con un desnivel medio del 4-5% siempre de forma mantenida hasta el pueblo de Driebes aproximadamente a 15 kms. En Driebes decidimos comprar el pan, que cordero sin pan ni vino, no es cordero. ¿Driebes o Drieves? La denominación de esta localidad es la primera cuestión no resuelta. Si uno llega desde Brea de Tajo encontrará que es Driebes, pero si procede de Mazuecos el nombre es Drieves.
Es sin duda una localización que procede de tiempos antiquísimos. En sus alrededores se encuentran yacimientos celtas. En su término se úbica la calzada denominada de Complutum a Castulo y Cartago Nova que comunicaba el centro de la Peninsula con el sureste, y pasando por la mansión de Caraca que está situada junto al río Tajo, y que ya aparece mencionada en los textos de Plutarco.
Esta zona de la Alcarria baja aparece como protagonista en las guerras contra el invasor romano. Y el hallazgo casual del denominado Tesoro Preimperial de Drieves en 1945, demuestra que en esta zona se libraron severas batallas en el siglo II a.c. Dicho Tesoro se conserva en el Museo Arqueológico.
Desde Driebes y ya por la carretera secundaria, prácticamente sin tránsito alguno, nos dirigimos hasta Brea de Tajo. Para llegar a Brea los alucheros han de remontar una buena subida de un par de kilómetros. Es lo que tiene Guadalajara como bien dice el Tío Javi “un sinfín de subidas y bajadas” en su partes mas accidentadas, cerros, cortados, llanuras, olivos y algún que otro cañon. En Brea de Tajo nos llama la atención el restaurante “Los Escudos” con un gran escudo en su fachada digno de admirar.
Y desde Brea a Estremera, otra vez subiendo y bajando, toboganes y viento que dificulta pedalear con comodidad. El Lozoyano en este punto ya muestra su combatividad. Llegamos a Estremera y desde allí tomamos el cruce en dirección Illana. A la salida de Estremera de nuevo a subir y dos cementerios seguidos a mano derecha, olivos y mas olivos, tranquilidad, poco tránsito de coches y el cauce del Tajo divisándose a lo lejos. Una vez ascendida la parte más alta del término municipal de Estremera descenso hasta el mismo puente sobre el Tajo punto de llegada.

La comida: Al final gran afluencia de alucheros. 8 comensales ansiosos por probar las delicias de la tierra:el cordero. Fuimos a recogerlo al pueblo vecino donde el carnicero y el panadero se habian puesto de acuerdo para satisfacer nuestro exigente paladar. El carnicero suministrando la materia prima, el animal, y el panadero suministrando la fuente de calor, el horno. El resultado maravilloso.
Sobremesa de las que le gustan a los alucheros. Café, copa y puro. Machaquitos, sol y sombras, campurrianas y tertulia taurina, no se puede pedir mas ni menos.

Felicitaciones a Mario y a las tierras de Guadalajara por sus paisajes, sus dias de cielo abierto en diciembre y al cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Amen.

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