Telegraphe + Galibier (2.645 mts)
Fotos en Panoramio
Sin ningún género de dudas estamos ante el paradigma de los puertos alpinos, tanto por su situación, que permite incluirlo en infinidad de trazados, como por sus características; largo, alto y duro.
Nada menos que 35 kilómetros de ascensión, en los que se incluyen el aperitivo del Telegraph por medio. En la primera subida sólo tres corredores pudieron franquearlo sin echar pie a tierra, y desde entonces ha sido uno de los jueces de la carrera francesa.
No hay monstruo más temido. En 1911, Emile Georget lo subió por primera sin bajarse de la bicicleta. En 1933, Vicente Trueba empleó dos horas y diez minutos en coronar la doble ascensión, rebajando en 23 minutos el récord anterior. En 1998, en otro mundo y sobre una carretera asfaltada, Pantani tardó 48 minutos en escalar los 18 kilómetros del Galibier. Ese día sentenció la carrera y ejecutó a Ullrich. Héroes como Bartali, Coppi, Bahamontes, Ocaña, Merckx... Desdichados como Cepeda, que se mató allí.
Por encima de los 2.600 metros, la escasez de oxígeno de su cumbre y los rigores de los últimos 8 kilómetros, donde la pendiente nunca baja del 8% son obstáculos que sólo los elegidos pueden sortear. Los últimos años han dejado sensaciones contradictorias. Desde la neutralización por la nieve en 1996, que facilitó la victoria final de Riijs hasta la demostración de poder de Pantani dos años más tarde. En sus rampas, Bahamontes y Jiménez, dejaron claro el dominio de los 'grimpeurs' españoles de aquella época.
La parte más dura, y por tanto la más mítica, es la de la cara norte, ya que hay que sumarle a los 12 kms del Telegraphe, los 5 kms de descenso hasta Valloire (1400mts), que se convierte en el punto intermedio y lugar donde se inicia la ascensión definitiva a la cumbre, y los últimos 18 kms del Galibier.
Con una altitud de 2645mts, se trata de uno de los mayores puertos de montaña que se pueden ascender. Pocos le sobrepasan en altitud en el macizo alpino francés (La Bonette, L´Iseran y L´Agnel). Es por tanto, una subida de dos tiempos en la que remontamos primero los 850 mts de desnivel en los 12 kms del Col de Telegraphe, y posteriormente los 1245 mts del Galibier.
El Galibier conecta Saint Michel de Maurienne, lugar de concentración de los alucheros y Briançon. El puerto está normalmente cerrado en la temporada inveral.
A las 8.30 ya estábamos en pie. Siempre que subimos un puerto de gran envergadura la tensión se masca en el ambiente... Y al Galibier se le tiene mucho respeto, además, como aperitivo nos tenemos que meter entre pecho y espalda también el Telegraphe, no hay otra, primero viene uno y después el otro. Es preciso mentalizarse de que vas a pasarte todo el día subiendo. Nuestro plan es sencillo, primero subir el Telegraphe, llegar al pueblo intermedio de Valloire, parar, comer algo, estirar los músculos, y una vez repuesto fuerzas subir al Galibier del tirón para rematar la faena.
Se debe tener en cuenta que el pueblo del que partimos, St Michell de Maurienne está solo a 711 mts sobre el nivel del mar y hay que llegar casi hasta los 2700.
Para subir el Telegraphe evidentemente nos tomamos muchas precauciones. Desarrollos muy fáciles, ritmos muy suaves e intentar culminar esta primera parte lo más entero posible. Si llegas muy tocado al Telegraphe las probabilidades de llegar al Galibier son muy pocas. Desde la parte alta del Telegraphe, se puede ver allí abajo, el pueblo de St Michell junto a la autopista.
La subida al Telegraphe se hace dura aún tomándosela con calma. En España ya estaríamos hablando de todo un primera bien considerado. Empezamos envueltos por la sombra del tupido pinar y superando una tras otra las curvas de herradura que se van presentando sucesivamente a medida que ganamos en desnivel. Porcentajes mantenidos en torno al 7% y 8%, con rampas del 10% van haciendo entrar en calor a las piernas antes de coronarlo. En su cumbre encontramos un bar donde el que quiera puede reponer fuerzas e incluso descansar un poco en su terraza. Por lo que podemos ver, la mayoría de los cicloturistas que acometen el reto del Galibier planifican igual que nosotros, primero dar cumbre al Telegraphe y reponer fuerzas, bajar a Valloire y desde allí acometer definitivamente Galibier.
A poco más de un kilómetro de salir del pueblo encontraremos unas rampas muy duras de unos 600mts con porcentajes en torno al 9%. Más adelante llegaremos al pequeño pueblo de Les Verneys de Valloire, será un pequeño respiro. A la salida una recta nos enfilará directamente a acometer definitivamente el puerto.
A mano derecha de esa recta pudimos reconocer un campo de golf. Sinceramente, a me sonó un poco a cachondeo ver patear a un golfista su bola cuando intentaba recobrar un poco de aliento antes de enfilar inmensa montaña que vislumbraba en el horizonte. Empezaremos a remontar por la ladera izquierda del valle y el río nos acompañará a nuestra derecha.
Hasta aquí la dificultad y el esfuerzo se van llevando a duras penas, las piernas van pasando factura. El punto clave es la curva a mano derecha, a la altura de un puente que salva el río, y que nos hará enfrentarnos a los últimos 8 kilómetros de la verdad, cuando emprenderemos la escalada a la vertiente opuesta.
A partir de aquí es innecesario detallaros lo que vais a encontrar, os tendréis que pegar con la montaña para coronar, sin más. Uno de los cicloturistas franceses nos resumió el Galibier diciendo algo así como: “Todo el puerto se hace muy largo y duro pero los últimos 8 kilómetros son los definitivos”.
Remontaremos la otra vertiente a base de curvas de herradura que una vez superadas nos permitirán ver por primera vez el Col du Galibier. Desde arriba todo tiene otra perspectiva, claro.
Por fin arriba los alucheros.