Valle del Ambroz y tierras de Granadilla
19 de Mayo de 2008
Villar de Plasencia- Hervas 29 kms
Km 0- La ruta comienza en el cruce del carretera de Villar de Plasencia con la nueva autopista de la Vía de la Plata, allí al lado de una gasolinera y un restaurante dejamos nuestros coches para volver al punto de partida dos días después. Tomamos la vía de servicio en dirección a Casas del Monte, esta carretera discurre en paralelo a la autovía. Los primeros ocho kilómetros se hacen cómodos, por una carretera bien asfaltada, con arcén y con viento de costado. A nuestra derecha dejamos el cruce de la carretera que va a Jarilla.
Km 8- Poco después llegamos al cruce que nos conduce a Casas del Monte, a partir de ahí, la carretera cambia por completo. El firme se estrecha, la pendiente comienza a aumentar, y el paisaje se hace más verde, bancales con olivos y cerezos cargados de su fruta nos saludan a ambos lado de la carretera. Después de varias curvas llegamos a nuestro primer destino...
Km 12- Situado en la mitad de la ladera de los montes de Trasierra, Casas del Monte. Pueblo dedicado en su mayoría a la agricultura. Hace años las olivas y fresas eran conocidas en toda la zona, pero ahora la cereza es su producto estrella. Casas del Monte conserva todavía varios ejemplos de arquitectura serrana, muy tradicional en esta zona. Después de dar trabajo al estomago, nuestra sobremesa consiste en dar pedales, y sin entretenernos mucho, partimos. Tomamos la carretera, que va ascendiendo poco a poco, la primavera está en su máximo esplendor, y el cielo quiere descargar agua...
Km 15- Después de aguantar una fuerte tormenta debajo de un porche, entramos en Segura del Toro. Qué decir de este pueblo, es un yacimiento arqueológico al aire libre. Los celtas ya tenían este enclave como residencia propia, así lo atestigua su toro de piedra, encontrado en una finca cercana, su dueño, creyendo que el toro poseía un tesoro, lo abrió en dos. Hoy se encuentra en la plaza del ayuntamiento. El pueblo conserva la estructura original, con enrevesadas calles, restos de una muralla y la torre del castillo de los templarios. Los romanos también dejaron su impronta en los alrededores. Un paisano nos conto, que cuando metes el arado en las huertas que hay alrededor del pueblo, siempre aparece algún resto arqueológico. La tarde se va echando encima y tenemos prisa por llegar con luz al final de la etapa.
Salimos de Segura, y el paisaje se vuelve espectacular. La luz que cada vez tiene menos fuerza cae sobre la trasierra, las nubes que vienen desde Portugal se quedan frenadas en la montaña, lo que provoca frecuentes tormentas. Algunas veces creemos que estamos en el norte, en tierras de Burgos o Cantabria. La vegetación y el entorno aprisiona la pequeña carretera, montes de castaños, abedules, encinas y sobre todo cerezos y ciruelos, que por aquí gozan de una fama, que nosotros supimos dar fe, como los notarios.
Km 21- Cruzamos las calles de Segurilla, nos detenemos para preguntar por la carretera que lleva a Hervas, en muchos mapas no aparece esa carretera. Nos indican la dirección, y seguimos dando pedales, siempre tendiendo hacia arriba. Estamos en la parte más alta de la ruta, se ven menos cerezos y más robles.
Por la carretera se empiezan a ver los primeros grupos de personas que salen a dar sus paseos diarios, y aprovechar los últimos rayos de sol. Eso quiere decir que nuestro destino está cerca. Pasamos por el desvió del terrible puerto de honduras, carretera que comunica el Ambroz con el Jerte. Vemos las primeras casas de este maravilloso pueblo...
Km 29- Situado a las orillas del rio Ambroz, en lo alto de un promontorio divisamos la iglesia de Santa María, por fin hemos llegado a Hervas. Sería un tópico decir que si no has venido nunca, tienes que conocerlo. Pero los tópicos están por algo, si. Hervas además de conservar un patrimonio cultural, que data del siglo XIII, está rodeada por grandes montañas, la sierra de Béjar a un lado y al otro la sierra de Gredos, pero sobre todo cabe destacar su formidable barrio judío. Se dice que fue en el siglo XV, cuando los judíos comienzan a ser una comunidad importante, construyen sus casas con adobe y madera de castaño, cubren las fachadas con tejas en vertical y con tablones superpuestos. Las calles carecen de simetría, así no hay grandes corrientes de aire, también son calles estrechas y con viviendas, hasta de tres pisos, lo que las convierte frescas en verano, y templadas en invierno. Pero todo esto tiene un destino trágico, en 1492 los reyes católicos promulgan un edicto de expulsión. Muchas familias huirían a Portugal y otras optarían por una religión que no era la suya, quedándose en Hervas. Después de cenar en el barrio judío unos huevos fritos de corral con picadillo, nos fuimos a dormir al albergue Vía de la Plata, ubicado en una antigua estación de Renfe. Con una decoración muy moderna y sobre todo una hospitalidad que nunca olvidaremos. Carlos el maquinista que lleva este tren hace de gran anfitrión, y por 20€, desayunas y duermes en un sitio muy acogedor. Los alucheros que ya sabemos mucho de albergues, estas cosas las valoramos mucho.
20 de mayo de 2008
Hervas- Zarza de Granadilla 35 kms
Km 0- Ya estamos en pie. Antes de ponernos en ruta, decidimos comprar el avituallamiento de las próximas horas. Estar en Extremadura, es decir queso e ibéricos. Dicen que tienen estas tierras extremeñas más de doscientas clases de queso, nosotros decidimos comprar un queso de la Sierra de Gata, un pan redondo, jamón ibérico y con las cerezas que nos había dado Carlos, ya estábamos listos para empezar el nuevo día.
Buscamos la carretera que nos lleva a nuestro primer destino, Aldeanueva del Camino. Es muy fácil, hay que buscar la dirección hacia la autovía, pasarla por arriba y nos encontraremos con la carretera que lleva a este pueblo, parada y fonda en la antigua vía de la plata...
Km 6- Aldeanueva del Camino, como ya hemos dicho, fue uno de los puntos neurálgicos de la época romana, así lo atestiguan 4 puentes en su término municipal. Nos dirigimos a su calle principal, lugar por donde pasaba y pasa la Vía de la Plata, es una calle muy larga, que conserva varios ejemplos de arquitectura local. Esta calle termina en el puente de la Garganta Buitrera, otro ejemplo de la huella dejada por Roma. Mientras hacíamos unas fotos, tuvimos la ocasión de conocer a un alemán, ya jubilado, que también iba a lomos de su bicicleta. Su viaje era un poco más largo que el nuestro, venía desde la antigua Híspalis (Sevilla), y se dirigía en peregrinaje a Santiago de Compostela. Todo un reto para su edad, pero más reto era imaginarnos, que después de llegar a Santiago, cogía su bici y se iba por el camino francés hasta Stuttgart, que allí era donde residía. Con complejo de globeros nos fuimos de Aldeanueva, con la admiración que nos causaba el teutón.
Hemos bajado desde Hervas hasta las dehesas que baña el rio Ambroz, el camino se hace más placentero, la brisa que viene de las cercanas sierras nos da alas para llegar a nuestro siguiente destino, después de cuatro kilómetros de suave descenso tenemos ante nuestros ojos el Palacio de Sotofermoso...
Km 10- Nuestro gozo en un pozo, el Palacio de Sotofermoso, situado en el término municipal de Abadía, se encuentra cerrado por obras. Durante un rato paseamos por los alrededores de este palacio renacentista, construido en el siglo XVI por el gran Duque de Alba. Abadía se convirtió en esa época en un punto importante del imperio, reyes y poetas durmieron en estos aposentos, que anteriormente habían sido ocupados por frailes. Se dice que los jardines eran de los más fabulosos que existían en Europa. De eso no podemos dar fe, ya que no pudimos verlos, de toda esa riqueza, poco queda. Hoy en día Abadía es un pequeño pueblo que vive de la agricultura y ganadería.
Dejamos Abadía, por la carretera que lleva a Zarza de Granadilla. Una sucesión de toboganes, en rectas interminables, el viento de cara hacen que los siguientes seis kilómetros se hagan más duros de lo esperado.
Km 16- Llegamos al cruce que nos indica el camino a seguir, a la izquierda Zarza de Granadilla, a la derecha Granadilla. Por este cruce pasaremos a la vuelta. La carretera sigue siendo dura, el firme es malo, y los toboganes siguen castigando las piernas. Decidimos parar a comer, que mejor sitio que probar el queso y los ibéricos al lado del embalse de Gabriel y Galán. Allí estamos un buen rato, disfrutando de la tranquilidad que nos ofrecen estos parajes. Pero el descanso se acaba, nos queda llegar al lugar más importante de la etapa...
Km 24- Estamos ante una de las joyas olvidadas que posee Extremadura, la ciudad amurallada de Granadilla. La antigua ciudad de Granada, ya era lugar habitado por los musulmanes, ellos fueron los que construyeron la primera muralla, poco después a mediados del siglo XII los cristianos ocuparon estas tierras y dotaron a la ciudad de Granada de la magnífica muralla que hoy se puede disfrutar. Ávila y Lugo son las otras dos ciudades que todavía hoy en día conservan integras sus murallas defensivas. El castillo, mitad torre, mitad palacio fue mandado construir, por el Duque de Alba, que también era poseedor de estas tierras. El nombre de Granada lo conservo hasta la toma de los reyes católicos de la ciudad nazarí. Granadilla vivió días de grandeza, hasta mediados del siglo XX. Las autoridades decidieron construir un embalse a los pies de rio Alagón, y las tierras de Granadilla se convirtieron en "tierras inundables". Las familias que allí vivían tuvieron que decir adiós no solo a sus recuerdos, si no a cientos de años de historia.
En los años 80, el estado decidió sacar del olvido a Granadilla, y empezó su lenta restauración. Todos los años miles de escolares acuden a este lugar a recuperar las huellas borradas por el paso del tiempo. Pero en nuestra humilde opinión esto no es suficiente, Granadilla requiere un plan más ambicioso, Granadilla tiene que volver a tener vida propia y no ser un centro de veraneo, ni un campamento escolar.
Después de recorrer todo el perímetro de la muralla, subir a la torre del castillo y andar por las calles ruinosas y fantasmales, solo queda irnos por donde hemos vuelto. Seguramente parte de nuestro camino hacia Zarza de Granadilla, lo hicieron años atrás los pobladores de Granadilla con lo poco que les dio el estado por echarles de sus casas. Recorremos la carretera en sentido inverso, volvemos a sufrir los toboganes, pero a media tarde llegamos al final de la etapa...
Km 35- Llegamos a Zarza de Granadilla, buscamos fonda, encontramos un hostal a pie de carretera, también cuenta con restaurante. Ideal para acabar una jornada tan intensa.
21 de Mayo de 2008
Zarza de Granadilla- Villar de Plasencia 28 Kms
km 0- Es el ultimo día. El cielo barrunta agua, hemos descansado lo suficiente para hacer los menos de 30 km que nos quedan, un paseo en bicicleta. Por ser el último día, podría parecer que el día va a ser aburrido, de vuelta, pensando en dejar la bici. No el día nos tiene guardado otra gran historia, una más de las que se esconde en esta parte de la península.
Dejamos Zarza, a nuestras espaldas para dirigirnos hacia la carretera de Guijo.
Km 1,1- Giramos a la izquierda y nos metemos de lleno en la EX-205, es una nacional con buen arcén, el firme es bueno para rodar, y así lo hacemos, disfrutando de las dehesas de encinas que hay a los dos lados de la carretera.
Km 9- Llegamos a la presa del embalse de Gabriel y Galán, ayer estábamos en el lado opuesto, en Granadilla. En 1961 se construyo este pantano para recoger las aguas del Alagón. Actualmente da servicio a muchos municipios muy alejados de donde nos encontramos. Actualmente el pantano también genera electricidad en dos centrales. Los deportes náuticos y la pesca son otra de las utilidades que tiene este embalse.
Km 13- Estamos en Guijo de Granadilla, pueblo dedicado en su mayoría a la agricultura y ganadería. Pero sobre todo, el pueblo de Gabriel y Galán. Nacido en Salamanca, su profesión, la de maestro de escuela, le hizo llegar hasta estas tierras. Amigo de Unamuno, fue uno de los poetas más brillantes de la época, el pueblo de Guijo le nombro hijo adoptivo de la villa. Pero la vida del poeta se trunco en 1905, tenia 35 años.
La casa donde vivió se ha convertido en museo, pero también es bueno pasear por el pueblo y hablar con sus gentes, que nunca tienen un gesto de rechazo hacia el visitante. Después de comprar nuestra comida, nos indican el camino a seguir las gentes de Guijo, por las calles recordamos los versos que dejo escrito el poeta el día que le nombraron hijo adoptivo...
"pueblo discreto que advierte
que sin cultura es suicida,
porque la ignorancia es muerte,
porque la cultura es vida."
...salimos de pueblo por la CC-13 en dirección al rio Alagón, la carretera se vuelve estrecha, y sobre todo poco transitada, momento que nos deja para disfrutar del paisaje, olivos, de donde se extrae la manzanilla cacereña, encinas y alcornocales, todo unido a un sol, que las nubes iníciales de la mañana han dejado que nos caliente.
Km 18- después de bajar al rio Alagón, lo cruzamos por el puente nuevo, al otro lado, subiendo por la otra orilla, se encuentra el viejo puente romano, muy reformado y ubicado en otro sitio distinto al original, nos encontramos con un cruce de caminos, tomamos la CC-11 en dirección a la autopista...
Km 25- Cruzamos el rio Ambroz, subimos durante 1 km y nos encontramos con un camino de grava que sale a mano derecha. Estamos en plena Vía de la Plata, nuestras bicicletas transitan por donde ya lo hicieran otros hace cientos de años, de la antigua calzada poco queda, pero después de una pequeña loma, nuestra vista fija su atención en una construcción formidable, un arco Tetrapylum, único en la península, es el arco romano de Caparra.
No seré yo el primero que hable de Caparra, Plinio y Ptolomeo ya la citaban como ciudad en territorio vetón, Vespasiano la concede el titulo de ciudad romana, y Caparra se convierte en una ciudad importante en la Vía de la Plata, su dominio sobre el rio Ambroz y las extensas vegas que poseía, hacen que sea una parada importante en el camino que unía Emérita Augusta con Astúrica. La ciudad contó con un templo dedicado a Júpiter, termas, foro y hasta un circo.
Lamentablemente la ciudad empieza a decaer, ya en tiempos del imperio romano. En la edad media, apenas quedaba nada de esa magnífica ciudad, tan solo algunas casas y vecinos sobrevivieron durante años. Con el renacimiento, muchos viajeros empiezan a interesarse por estas ruinas, y a lo largo del tiempo serian muchos los que hablaron, dibujaron o escribieron al respecto. Pero una vez más la desidia, el olvido, la ignorancia y la mano del hombre hicieron que desapareciese por completo, conservándose milagrosamente su arco. En los años 80 se empezaron excavaciones muy fructíferas y se construyo un centro de interpretación. Hoy en día se puede disfrutar, de parte de la calzada, y de restos del foro, termas y casas particulares. Además es uno de los puntos más importantes de la vía de la plata, y por allí puede encontrarse a un montón de viajeros de diferentes países dirigiéndose a Compostela.
Partimos de Caparra hacia el final de la ruta, habíamos disfrutado este día también, tres lugares mágicos, Hervas, Granadilla, Caparra, tres lugares con una historia triste detrás. Nosotros no podemos decir lo mismo.
Km 30.- Llegamos a la gasolinera donde dejamos los coches.