Por la montaña hasta Santo Toribio de Liébana
Estupenda ruta de btt por el Valle de Liébana que comienza en el pueblo de La Vega de Liébana y sigue el trazado de la PR-S.6, que supone ascender por pistas de montaña a los pueblitos de Tollo y Tudes, enclavados en lo alto de la montaña. Además conocereis el pueblo abandonado de Porcieda y los restos de lo que fue el Monasterio de Santiago, unos lugares enigmáticos y desconocidos que nos harán retrotraernos a lo que fue la antigüa Liébana. Por aquí pasaba el Camino Leonés de peregrinación al Jubileo de Sto. Toribio de Liébana. Después en descenso muy divertido y técnico llegaremos a Potes por una pista de tierra que desciende por la ladera del monte y presenta unas vistas únicas de Potes. La ruta concluye subiendo desde Potes hasta Santo Toribio de Liébana uno de los símbolos de Cantabría. El regreso a La Vega se hace duro después de todo el esfuerzo. Remontaremos por la carretera en pleno Valle de la Vega de Liébana pasando por los pueblos de Valmeo y Naroba en compañía del río Quiviesa.
Información detallada de la ruta y GPS en wikiloc
Fotos en panoramio
La ruta comienza en la salida del pueblo de La Vega de Liébana dirección al camping el molino, muy recomendable por cierto.
Se trata de seguir el trazado de la PR-S.6, encontrareis carteles indicativos de la Ruta de Pequeño Recorrido. Nos encontramos en pleno Valle de Cereceda y vamos a remontar por una de las laderas de la montaña que recorre la cuenca del río Quiviesa, afluente del Deva. Las vistas no tienen desperdicio.
El sendero se va adentrando cada vez más por la montaña hasta llegar a Tollo, una pequeña aldea de alta montaña. Tiene dos barrios, primero llegaremos al de abajo. A su salida, en pleno ascenso, encontrareis la iglesia de San Julián construida durante los siglos XVI-XVII. Seguiremos subiendo hasta dar con el barrio alto.
Haremos algún que otro atajo por el monte antes de salir a la tranquila carretera que nos llevará hasta Tudes, hermoso pueblecito lebaniego en el que merece la pena detenerse. Aconsejo tomarse algo en el único pero precioso bar del pueblo. Después de atravesar por sus calles entre balcones y tejas, continuamos por una pista muy conocida por los paisanos que nos acercará en un par de kilómetros, faldeando la ladera del monte, a Porcieda, una aldea abandonada y llena de encanto en la que existió antiguamente un monasterio por el que también pasaremos. Transitar por las calles desiertas de un pueblo abandonado tiene mucho encanto y nos permitirá imaginar facilmente cómo fue la antigua Liébana.
Continuando desde Porcieda por la misma senda, cada vez más recóndita y en peor estado, llegaremos a los restos de lo que fué el Monasterio de Santiago. La parte mejor conservada se corresponde a la iglesia, de una sola nave rectangular dividida en dos tramos con el ábside cuadrado orientado al Este. Los muros conservados a ambos lados de la iglesia formarian parte de las dependencias del antiguo monasterio. Es difícil precisar el momento de su construcción pero seguramente estuvo en uso durante buena parte de la Edad Media, la cita más antigua sobre la iglesia de Santiago data del año 1466. Por aquí pasaba el camino leonés de peregrinación al Jubileo de Santo Toribio de Liébana.
Después el sendero cada vez mas estrecho y con una fuerte pendiente nos permitirá disfrutar de un estupendo descenso camino a Potes a través del magnífico alcornocal de Toliber, una de las joyas naturales de esta comarca, donde se conoce a los alcornoques con el nombre de "sufras". Su presencia aquí, realmente notable, se debe al peculiar microclima mediterráneo del fondo del Valle de Liébana.
Entramos a la villa de Potes, capital de Liébana, por el barrio de La Solana, con callejas de gran tipismo. Potes esta declarado conjunto histórico-artístico y sólo dista a 3 km. ( 2 de ellos de subida por carretera) del monasterio de Santo Toribio, ubicado en el municipio de Camaleño.
Hasta el monasterio subiremos para hacer la visita de rigor y sobre todo con la intención de llegar hasta el mirador y la ermita de San Miguel.
Las vistas de Potes y de todo el valle desde este mirador son muy reconfortantes de cara a lo que va a ser el regreso hasta la Vega.